En una escena que parece sacada de una película, Elon Musk, el multimillonario CEO de Tesla y SpaceX, sorprendió a todos al disfrazarse de una persona sin hogar para visitar un concesionario de Tesla y comprar uno de sus propios autos eléctricos.

El objetivo de esta peculiar acción era evaluar la calidad del servicio al cliente y la experiencia de compra en sus tiendas.

Según testigos, Musk llegó al concesionario con ropa vieja y desgastada, y pasó desapercibido entre los clientes.

Inició una conversación con los empleados, preguntando sobre las características de los vehículos y expresando interés en realizar una compra.

A pesar de su apariencia, los empleados lo trataron con respeto y amabilidad, demostrando un alto nivel de profesionalismo.

Fue solo cuando Musk reveló su verdadera identidad que los empleados se dieron cuenta de quién era en realidad.

“No podía creerlo”, dijo uno de los vendedores. “Estaba hablando con Elon Musk todo el tiempo y ni siquiera lo sabía”.

Musk elogió al equipo por su trato equitativo y su dedicación, destacando la importancia de tratar a todos los clientes por igual, sin importar su apariencia.

“El servicio al cliente es una prioridad en Tesla”, afirmó Musk. “Quería asegurarme de que nuestros valores se reflejan en cada interacción”.

Esta peculiar historia no solo demuestra el compromiso de Musk con la excelencia en su empresa, sino que también ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde muchos han aplaudido su enfoque práctico y su humildad.

Sin duda, una anécdota más que añadir a la leyenda de uno de los empresarios más innovadores de nuestro tiempo.